Esta es la pregunta que hicieron los alumnos cuando les mostré lo que parecía una bola de pelo con cosas blancas que se asemejaban a huesos. Les dije que lo que tenían delante era algo así como el "vómito" de un ave, que nos permitiría, no solo reconocer a la autora del mismo, también su dieta. Sus caras pasaron de la sorpresa a la repugnancia y finalmente...al interés (o eso creía yo). Aquí va la solución.
Se trata de las egagrópilas, regurgitaciones que muchas aves expulsan con los restos de su dieta que no pueden digerir. Son típicas de las aves rapaces, pero otros muchos grupos como gaviotas, garzas, córvidos, etc., las producen. En realidad no son vómitos, tal como nosotros los entendemos, se trata de una bola más o menos alargada y compacta, que no expulsan de forma violenta. En ellas vamos a encontrar aquellos elementos de la dieta que no han podido ser asimilados por sus correspondientes aparatos digestivos como pelo, huesos, exoesqueletos de artrópodos, etc. De ahí su importancia, permiten saber cuál es la dieta del ave en cuestión, además de conocer la fauna del lugar, sobre todo en lo que se refiere a los micromamíferos (musarañas, topillos, ratones, etc.), tan difíciles de observar en su hábitat natural.
Egagrópila de buho real (Bubo bubo) |
- Tamaño. Cuanto mayor es el tamaño del ave, mayores suelen ser sus egagrópilas. En la imagen de abajo podéis comparar la egagrópila de un buho con la de un autillo, la más pequeña de nuestras rapaces nocturnas.
- Forma. Cada egagrópila tiene una forma característica. Por ejemplo las de la lechuza suelen ser redondeadas mientras que las del mochuelo alargadas.
- Contenido. Varía según la especie. De forma general podemos decir que las de rapaces diurnas presentan pocos o ningún hueso, mientras que las de nocturnas sí tienen gran cantidad de huesos. Las de córvidos, por citar otro ejemplo, presentan trozos de vegetales, piedrecillas y exoesqueletos de insectos.
Ver esta imagen en su página original - http://cuadernodegaia.blogspot.com.es/ |
La exploración de una egagrópila es un trabajo de detective. En primer lugar debemos dejarla en agua durante unas horas. Con ello conseguiremos disgregar los restos hasta ese momento compactados. Después, con ayuda de unas pinzas, tendremos que ir separando los huesecillos y demás restos. En algunos ocasiones es conveniente tratar los huesos con agua oxigenada para blanquearlos. El resultado lo podéis observar en la imagen de más arriba. El último paso, y el más difícil e importante, es relacionar los restos óseos con la especie correspondiente.
Aquí os dejo una presentación con claves para la determinación de micromamíferos. Al final del post también tenéis algunos enlaces interesantes.
Guion pract egass from Belén Lorenzo
Enlaces interesantes
Por último os quiero dejar un simpático fragmento de un película de animación en la que una pequeña lechuza expulsa, sorprendida, su primera egagrópila. Al preguntar de qué se trata, la serpiente le dice que si no reconoce al ratón que se comió.
Enlaces interesantes
No hay comentarios:
Publicar un comentario